"Mi admiración a aquel hombre que no teme demostrar sus emociones frente a nadie, aquel que le brilla la mirada cada vez que ve a su mujer amada.
Bendito el hombre que en cada momento se desvive en detalles y sentimientos, que grita a los cuatro vientos mil te amo sin temor a quedarse sin aliento.
Bendito el hombre que se la juega por un buen amor, aquel que no le importa un buen par de pechos ni un esplendoroso y bien torneado trasero.
Bendito el hombre que ve a través del alma, que solo necesita un buen corazón y alegría contagiada.
Bendito el hombre al que no le importa comenzar de cero, aquel que está dispuesto a sacrificar tiempo y distancias.
Bendito el hombre que no se rinde ante nada ni nadie, que no busca pretextos para marcharse, aquel que está dispuesto a reparar corazones y sanar heridas, aquel que convierte cada tristeza en alegría.
Bendito el hombre que inspira pasión, confianza y ternura, aquel que llena de halagos y romance, que los sueños los convierte en realidades.
Bendito el hombre que no teme amar, aquel que siempre está dispuesto a luchar, aquel que no se rinde por una simple batalla sin ganar.
Bendito el hombre que da sin medida, que entrega lo mejor de sí, que no teme a los desafíos ni al compromiso. que no teme su alma a una mujer entregar.
Bendito el hombre que no huye de la fidelidad, entregado y seguro de lo que perderá.
Bendito el hombre, ese hombre bendito por siempre será"...
Estrellita de la Torre Lomelí -México-
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