¿Qué cuánto te amo me has preguntado?
Y con un gesto de exaltación, he mirado
el azul del firmamento y he contestado:
mi amor nace en el universo, continúa
por el mar y termina en el aurora boreal
Cada parpadeo de tus ojos, tu mirada
infinita, los rayos del sol, escuchar tu voz,
esas caricias esculpidas con ambrosía,
se convierten en ingredientes de un amor
que no tiene fin. Tú eres para mí el todo
El rocío de la mañana, los trinos matinales
de un pajarito que canta a los lejos; y más,
son todos portentos de amor anegado
en forma de cascadas, que bañan tu ser
hasta llegar a la cúspide del sentimiento
Recuerda amor mío, que todo te lo dicho
representa solo un grano de mostaza,
para esta turbulencia que se exterioriza
cuando te tengo en mis brazos y extraño
tu presencia al no tenerte mujer exquisita.
Nelson Lenin Aguinaga Ortiz
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