YÜGEN

Guardando versos para luego se me escapa,
y la conciencia en cada uno se estropea.
¿Hablar de ellos o ceder espacio al frío,
pensar en tantos o cerrar ciclos vacíos?

Hay dilemas superpuestos en mi mente,
que alimentan al más tosco de mis miedos,
y hay truncadas emociones que detonan,
con carencias que han proscrito lentamente.

¿Entiendes mis aguaceros o eres cómplice?
Simplificas tus tesoros y me haces exigua,
envenenada de mis tierras y arraigada,
desertando hasta el mayor de mis placeres.

Si acaso el fuego con más fuego me hace mártir,
abandono mi cuerpo en el campo de batalla.
Crecen flores de cerezo, samuráis vienen a verme
acompañando con sosiego nacimiento y muerte.

¿Qué diatribas te has propuesto guardarte
para en la expiración dictar sentencia en ellas?
Hoy distantes de las mismas cedo versos,
representantes de la vida que en mi ser habita.

¡POR ESO SÉ QUE SIGO VIVA!

TANIA MATIAS