Si quieres ser feliz, evita a los políticos pues estos no tienen amigos sino votos; evita a quienes no han estrenado sus propias opiniones y se limitan a repetir lo que les parece destacable de cuanto leen o les dicen; a los envidiosos que no han tenido la capacidad de descubrir en ellos mismos actitudes o aptitudes merecedoras de la envidia de otros; a los tacaños por ser los seres más despreciables de la tierra; a los ricos prepotentes que comparten los domingos con Dios oraciones sobre humildad y caridad, para visitar al día siguiente al altar de su devoción por el dinero, su otro Dios; a los medios, que con posverdades y comunicación persuasiva nos mienten ocultando lo que sus grandes dueños empresarios no quieren que se diga.
Lee un libro, escribe un poema, ve una buena película, enciende una vela, tómate un buen café espresso, escríbele a un amigo, llama a algún ser querido, y finalmente, aunque sea en silencio, grita el peor insulto que sepas a los políticos y corruptos. Luego, respira profundo con mucha lentitud, sírvete otro café, y serás feliz.
Jorge Alberto Velásquez Peláez
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