¡Oh!... tu oficio poeta,
Observar al mundo
Con cariño profundo.
¿Cómo le cantas al amor
Si no sientes cariño por una flor?;
¿Cómo hablar de miseria
Si no la ves,
Si no la sientes y
Si no la buscas en la historia?;
¿Cómo hablar de desamores
Si no los sientes
Cuando te rechazan
Aun ofreciendo flores?;
¿Cómo no hablar de la
Desgracia humana
Cuando a diario ves
Que un hombre hurgando
Basuras la calle engalana?
¡Oh!... tu oficio tu poeta,
Observar, observar y encontrar
En nuestra sociedad
Tanta insensibilidad.
Tanta, tanta que sin pudor
El hombre a sus propios congéneres,
a otros humanos, rechaza
Porque a su descuido
Se salieron de sus manos.
Y... ese insensible dice:
Yo la rechacé,
Yo no la quise.
¡Oh poeta!...
Estás en la plaza
Meditando, meditando
Y te preguntas:
¿Hasta cuando?,
¡Hasta cuando vas
A seguir por ellos sufriendo!
Pero...
Ése es tu oficio poeta.
Con el alma, con el alma
Sigue, sigue escribiendo.
Jaime Enrique Otero Saez (Colombia)
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