Si lo repites hace eco
en el fondo de tu corazón,
siéntelo amor,
vístete de este sentimiento
divino y sublime.
Donde nuestras almas
se aclaman y reclaman,
ardiendo de deseo.
Y nuestros cuerpos
se estremecen
en un jardín de encanto,
surge el llanto
lleno de felicidad.
Renacen estallidos
de pasión se acelera
el corazón,
abrazados a húmedos
pensamientos.
Se despiertan
todos los sentidos;
fuego encendido,
desliz de piel a piel
nos hace enloquecer.
Soy tu abrigo
de ansias y
fantasías
“surge la poesía”.
Desborde de placer
hasta el amanecer.
Lluvia de caricias
nos impregnan
soy tu divinidad,
solo tuya
por la eternidad.
F. Janeth Elizarraraz O.
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