Ella, una mujer humilde trabajadora contrajo matrimonio con un hombre mayor con quien procreó tres hijos.
Él en su afán de buscar una vida mejor expuso sus vidas al cruzar la frontera y convertirse en inmigrantes en busca de nuevos horizontes.
Una vez que consiguió empleo mal pagado por cierto,
ahorró lo que pudo con dificultades y mandó por ella,
en su mente de Madre acongojada por dejar a sus tres niños menores de edad atrás en su cabeza solo cabía la idea de hacer algún dinero y regresar a su país en un año para hacerles una casa,
pero el destino se encargó de cambiar todos sus planes,
su esposo desde que llegó al norte de América no dejó de beber y maltratarla se convirtió en un verdugo que la humillaba sin razón justificada.
Un día cansada de tanto sufrir llamó a la policía e inmediatamente lo arrestaron y deportaron.
Y por violencia doméstica ella obtuvo la residencia, ya no era una inmigrante más sin derechos en ese inmenso país lleno de oportunidades para quienes logran tener documentos legales.
Dios en su infinita bondad y misericordia le puso a un hombre noble de buen corazón, trabajador e inteligente
en su camino que la apoya en todas sus decisiones y proyectos de vida, así logró reunirse con sus tres hijos que había dejado atrás por buscar un futuro mejor para ellos,
hoy están en buenas escuelas con privilegios y quizás buenas becas de estudio en el futuro.
Como toda mujer luchadora e inteligente se metió a estudiar el inglés y enfermería, hoy trabaja libremente en un Home donde todos los residentes la aprecian mucho por su don de buena gente y prestar servicio a quienes lo necesitan, recibe reconocimientos por su ardua labor y buen desempeño en su noble trabajo.
Y el buen hombre que la apoyó le está proponiendo matrimonio porque considera que es una gran mujer digna de un hogar donde reine el amor y La Paz, aquel que no la valoró como mujer se quedó solo mientras ella si,triunfó, vio realizado su sueño Americano.
Angélica Bueno -Honduras-
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