¿RECUERDAS?

No teníamos suficiente edad
en aquellos años de juegos y risas,
para acaparar tiempos en relojes
de arena blanca.
Por todas las rendijas del recuerdo,
emergen sabores y esencia
de un amor temprano.
Nuestros poros rociados de sueños,
ansiaban el momento y el encanto
del primer beso.
¿Recuerdas? Yo suelo evocarlo
en mi memoria otoñal.
De repente, un palpitar rugía y se
transformaba en torbellino.
Nuestras manos se buscaban.
Las miradas convergían.
y… el fuego de las mejillas
templaba nuestros cuerpos.
Surgió de repente el momento: mágico,
tierno, dulce, fugaz y cristalino beso.
Pereciera que el tiempo se detuvo
mas, nosotros, seguimos nuestro camino.
El calendario de la vida, no entiende
de edad, ni de horas o instantes que
deberían quedar impresos para siempre…
en nuestras cándidas mentes.

Juana Campos Cortés