LA VIDA ES TODO SOÑAR

La vida es todo soñar,
todos en la vida soñamos;
existen los que despiertos sueñan
y nunca logran despertar.
Sueña el limosnero en sus sueños
que en rico va a terminar;
sueña aquél que está barriendo
que la escoba ha de dejar;
sueña el padre que el primero
le llegue a nacer varón;
sueñan los padres que la hija
se case con un embajador;
sueña el maestro que un día
todos los llamen "profesor"
sueña el médico del campo
practicar en Nueva York.
Sueña la mujer infiel
en nunca ser sorprendida;
sueña también la querida,
que no la vayan a ver;
sueña el ladrón, al robar,
en vender lo que ha adquirido;
el político con el poder
aunque lo haya perdido;
y la mujer que el marido
de quince la vuelva a ver;
sueña el que está en el exilio
un día a su patria volver.
La vida es todo soñar
alcanzar lo que no tienes
todos en la vida soñamos
lo que anhelamos tener.
Sueña el que dejó un amor
un día volverlo a ver;
sueña el niño que los Reyes
juguetes le han de traer;
sueña el que está desahuciado
que Dios se apiade de él;
sueña a que está postrado
volver un día a correr;
sueña en la noche el ciego
del día la luz poder ver;
y sueñan también los viejos
de veinte volver a ser.
La vida es todo soñar
todos en la vida soñamos
y nunca nos conformamos
con la cruda realidad.
Sueña un soldado, allá lejos,
a los suyos volver a ver;
sueña un puerco en Nochebuena
que ese año no le toque a él;
sueña el hombre de cincuenta
en llegar a los noventa,
sueña poder conquistar
como lo hacía a los treinta...
y soñamos olvidar
los años, que nos van persiguiendo,
soñamos seguir viviendo
no nos queremos marchar.
Sueña el que al público canta
famoso llegar a ser,
sueña el hombre, la mujer;
sueña el que está sentenciado;
y también el abogado
sueña más casos tener;
y sueña también el cura
a obispo poder llegar;
y el obispo, que también
quisiera ser cardenal,
sueña con que el Papa muera
para ocupar su lugar

La vida es todo soñar,
todos en la vida soñamos.
Sueña el que nunca ha soñado
con también poder soñar;
sueña el príncipe heredero
del rey tomar el lugar.
La vida es todo soñar,
todos en la vida soñamos,
y quizás cuando la muerte
nos transporte a otro lugar,
soñaremos con la suerte
de algún día reencarnar.
Soñar es parte de la vida,
yo quiero siempre soñar;
déjenme seguir soñando:
¡yo no quiero despertar!

Lorenzo Martin -Estados Unidos-