domingo, 9 de diciembre de 2018
DANZA PLÁSTICA.
La brisa loca samaria
que en la calle se encajona,
con oleadas ventoleras
con susurros y silbidos,
mueve residuos livianos
de papeles, icopores,
plásticos y estirenos
entre ráfagas y calmas,
cual si fuera grupal danza
de tamboras y de pitos
con pasos bien concertados
como almas levitando.
¡Qué bien ejecutado baile!
De arriba a abajo y a un lado
entre bolardos se cruzan
y giran en las materas,
con pasos tan singulares,
en esa muy bella calle
que inaugurada fue ayer
con refacción peatonal,
y tanta gala le hace
a su centro colonial.
¿Es el descuido samario?
¿O falta de educación?
Si responsable no piensa
y todo le importa un bledo:
tira la basura al suelo
para que otro recoja;
cuan poca cultura tienen
para cuidar su gran bien:
su antigua ciudad turística
que se debe conservar,
limpia y siempre adornada
como doncella encantada.
Es un deber ciudadano
mantener su lar aseado,
y quien la visite exclame:
¡qué bella está la ciudad!
¡Nos parece un paraíso!
¡Qué bella perla del mar!
ABEL RIVERA GARCÍA.
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