Nace la melodía
que habita, en ti,
cuando el aire fresco,
roza tu piel.
Tu respiración se agita
mi corazón late al compás,
bebemos nuestro aliento,
sedientos los dos.
La obscuridad se cuela
entre las sábanas,
que tapan nuestros cuerpos,
mientras hacemos el amor.
Hacia ti,
hacia tus ojos, tu boca,
dejo mi pasión.
La noche juega,
con nuestras ganas
entre tú y yo.
Santiaga Tauste
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