Airecillos vienen,
airecillos van,
por el empedrado,
por el pedregal.
Desde el altozano
que mira el trigal,
se descubre el valle,
se vislumbra el mar.
Airecillos vienen,
airecillos van,
arrastrando arrullos
por el matorral.
Airecillos vienen,
Airecillos son
de la fuente de aire
de tu corazón.
Del libro Mitad de amor, dos cuartos de querencias de
Mariano Estrada
No hay comentarios:
Publicar un comentario