Abandono los sueños de mis poesías,
abandono la ilusión que tuve un dia
y torno a mis odiados pecados,
voy rebotando de lado a lado
como rebotan las rimas
en los versos que estoy borrando.
Dejo aparte estas estrofas mías
en esa naturaleza que se encapricha
en seguirme gobernando,
no soy, del amor, profano...
solo soy, del amor suicida
no aprendí nada de mi pasado.
Ya no amo, reniego
de los besos que di, sincero,
totalmente descontrolado
por un corazón de tres actos,
nazco, vivo y espero,
muero solo y abandonado.
No me importa, me retiro,
me desvío del cruel camino
que mis letras ha enterrado
y a nadie le han importado,
me voy sin pedir permiso
donde me alcance tu olvido,
me voy sin contar mis pasos,
no sé si estoy arrepentido
tampoco sé, si estabas mirando.
Luis Maria Saiz Laso
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