El viento
que sopla en cada esquina,
ya no es el mismo
de aquel que nos tuviera
cabalgando en un racimo,
de espuma burbujeada
soplo a soplo
sobre el último latido,
que pueda recordarse como mío.
Aún soy fiel,
a ese pacto
de mano contra mano,
que tomamos
como ley y desafío,
de afrontar cualquier dilema
que la noche no resuelva
y que el tiempo de tormenta,
se encargó de soslayar.
Siento el peso,
en la resaca del olvido
como un signo interrogante
que aprisiona,
borbotones de palabras
que jamás vieron la luz,
ni tuvieron su relevo
de otros sueños
por esas cosas de la vida.
Hoy no estás
y yo tampoco,
volveré a enfrascarme
en mis escritos,
pues yo sé
que este camino,
será miel en la esperanza
al vadear el cruel destino,
que a destiempo se presenta
y me lleva hacia adelante
aunque yo no esté...
y tú me faltes.
José Luis Gareis -Argentina-
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