martes, 10 de julio de 2018

UN ENSUEÑO QUE AHORA MISMO NO PUEDO CONTARTE


Mientras me besabas anoche vi una sombra
inclinada desvestirse, y no sospeché
que podría ser yo, y mi mano tonta estaba abriendo
una cremallera despacio, en el silencio,
mientras dejaba sobre la alfombra la civilización:
-Y me dije, que tonto yo-.

Y tu cuerpo se hizo a mis ojos sonrosado,
transitable, feliz como un presagio de algo hermoso...
que estaba por suceder, que nos llenaba de euforia,
que nos transportaba a otra dimensión...

-Quizás mas cerca de las estrellas-
que la propia tierra, -la verdad sea dicha-
que nos enfurecía de pasión, como dos fieras...
a nosotros dos, -camaradas de una noble cama-
solidaria a nuestros deseos.

Aunque ruidosa, pero fiel a su cometido,
cómplice y dispuesta a hacer felices a  dos enamorados...
es difícil el viaje de ida y  vuelta,
pero agradable, que siempre que la miro me lo recuerda...

Fue alegre, aunque un poquitín vergonzante
la levantada... un relámpago abierto en tus ojos,
al recoger tus faldas de joven colegiala.

Mientras nos vestíamos, nos miramos a los ojos
y nos sonreímos.. y me quedé dormido
en un sueño alegre y profundo, con un ensueño
que ahora no puedo contarte...

RAFAEL CHACÓN MARTEL

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