UN BESO INIMAGINABLE

Hay tantos deseos como niebla
en la noche, con punta sensual
hieren la cordura, desgarran la
tranquilidad con el frío de su
verdad, penetran con el filo
del amor, deshojan y desnudan
la mirada, enloquecen los labios
con la trampa de las ganas,
derriban las palabras cuerdas
liberando las rebeldes, amarran
las manos provocando las caricias,
cubriendo los ojos descubren
la bondad de una imaginación cercana.

Hay tantas caricias en el viento
como gotas en el río, intenta
ser cauce cerrando los ojos
mirando lo inevitable, manos
deslizándose sin permiso
en tu cuerpo de diamante,
dejando mi aroma de años
llevándome la tuya de hoy,
fragancia de mil deseos
en el suspiro que nace,
en el sueño que florece
aún en el desierto de la
distancia y queda suspendido
en el abrazo de siempre.

Hay infinitos besos en el silencio
como estrellas en el firmamento,
abre los labios y respira mi aliento,
bebamos el vino que brota incansable
de nuestros labios, arrebatemos
de la misma piel de la ausencia
el beso añorado y revivamos con la
mirada brillante presumiéndole
al mismo tiempo lo inexplicable,
bocas de los pensamientos
cobrándose los deseos en un beso
inimaginable, rozando lo intangible
tocamos lo susceptible, almas
sintiéndose y amándose
en sus pensamientos.

Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-