Al cumplir cuarenta años
de caminar en Romería,
mi mano escribe con gloria
A LA NEGRITA, con mucha alegría.
Al ritmo de mi caminar
los árboles son testigos,
que el viento mueve sus hojas
como aplaudiendo a mi Dios.
Virgencita de los Ángeles
me llamas de corazón,
por lo que caminaré
con mucha fe y devoción.
Esta fecha dos de agosto
inspira en mí, a ser devoto,
mi orar será escuchado
por la Reina de los Ángeles.
Somos miles de romeros
bajo el sol, lluvia o sereno,
no sentiremos cansancio
Ella, nos amparará en su seno.
Al entonar la canción
“ Dios te salve, Madre Mía”
lograré paz y consuelo,
miro al Cielo, sos visible, tú María.
El día que tú me llames
a presencia del Señor,
seguiré siendo Romero
allá en la Casa de Dios.
José Rafael Orozco Torres -Costa Rica-
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