He visto la muerte de un poeta
descrita en pocas palabras
por una pluma, que inquieta
ya no expresaba nada
porque "nada" es lo que queda
de una fuente tan agotada
de amar solo quimeras
en la soledad de una estancia
donde las sombras ya no recuerdan
ninguna vida pasada.
He amado, sin darme tregua
con afilada puñalada,
he amado en todas las lenguas
y amé, sin ninguna esperanza
soñando con tomar la tierra
mientras la tierra me tomaba
para enterrar aquellas ideas
que aún sabiéndolo, te esperaban.
Y fui caballero en unas letras,
y fui juglar... y fui pirata,
fui la copa que te envenena
en la que tu boca descansa
soñando con frutas frescas,
soñando que te despertabas
mientras recorro tu silueta
en la tempestad inusitada
de una lengua ebria
y una mirada afilada.
Luis Maria Saiz Laso
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