Esta noche escribo versos
en tus labios, besos en letras
borrando la sombra de los
extraños, en prosa húmeda
los riego con sutileza hasta
provocarlos, siente con tu
lengua el sabor de cada
palabra quemando, moja
la historia mordiéndote la
boca, mientras el vino de
tu vientre aflora, entonces,
serás hoja en blanco para
la pluma de mis manos
que te añoran.
Esta noche dejo las letras libres
en tu pecho, corriendo sin rumbo
delinquen tramando desvestirte,
con dedos de romance asechan
el borde de tus delirios, amenazantes
cortan la calma dejando abierta
la herida de tus deseos y sangrante
me pides en tus sueños, será
él bálsamos de mis caricias
y mis besos, el elixir que tranquilice
tus suspiros.
Esta noche entierro en tu piel
versos candentes, carbones
encendidos apagando la bonanza
e incendiando la tempestad,
fuego inquietando tu más íntimo
deseo, agitando tus aguas con
llamas de sensuales pensamientos,
danza exquisita del poeta con su
musa en el universo pletórico
del infinito espacio de un verso.
Esta noche besa mis labios
en tanto caminas en las letras,
toca la desnudez de mi inspiración
y haz que reviva el escalofrío
que busca el calor de tus manos,
que yo, recorrí cada centímetro
de los tuyos mientras escribía
sobre la página de tu silueta,
y sin mentir, apagué cada erizo
con frutos del huerto de mi amor,
si me respiraste, será porque
en la habitación de este poema
fuimos nuestros.
Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-
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