Bajo el yugo sutil de la mente,
alevosa, torpe e indecente,
sucumben jóvenes, mujeres y niños,
de frágil espíritu,
débiles de mente.
Niebla obscura sobre el intelecto,
festín de las drogas la mente sin veto,
no hay adicciones en la mente fuerte.
La mente,
arma implacable o gloria inefable del mundo del hombre.
Eduquemos niños, formemos titanes,
hombres mujeres de espíritu fuerte,
que dominen mente, que rechacen drogas, cadenas y yugos que laceran vidas, con una pastilla, un polvo, una copa.
Atentos los padres que les dieron vida a seres humanos de luz y amor.
Sean formadores,
maestros y educadores,
pregón y ejemplo de amor y gloria,
ellos son arcilla de grandes artistas, de padres del arte, de escultores fieles al amor Divino.
Recuerden por siempre,
que en las mentes libres,
¡espíritus fuertes!.
Hortencia Aguilar Herrera -México-
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