domingo, 22 de julio de 2018

AHORA SÉ QUE HUBO UN DÍA QUE ME AMASTE


Ahora sé
que hubo un día
que me amaste.
Que bebí del cántaro de la felicidad.
Que comí la fruta más dulce y deliciosa.
Que mis labios fueron testigos
de una ardiente intimidad.
Ahora sé
que hubo un día
que me amaste.
Cuando habité estrellas
y la noche me hechizó.
Cuando sentí en tus ojos
la bondad de Dios.
Y fui el hombre más amado
y que te amó.
Ahora sé
que hubo un día
que me amaste.
Y la muerte en esperanza se voló.
Cuando el dolor una tregua concedió.
Y mi alma ilusionada más se enamoró.
Ahora sé
que hubo un día
que me amaste.
Y un cielo de versos se llenó.
Para desnudar cautivados el amor
en un poema soberbio de belleza y de pasión.
...  Porque caminé con flores en las manos.
... Porque hurté secretos a los enamorados.
Porque en la magia del misterio fuimos seres alados.
Porque en la música fuimos dioses sagrados.
... Y porque soñé ... Y en mi vida soñaste.
Ahora sé
que hubo un día
que me amaste.

Eduardo N. Romero -Argentina-

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