martes, 19 de junio de 2018

¿POR QUÉ TE HABRÉ QUERIDO?


(Silva)

En la enramada verde
carente de sentido simulaba
al aire que ya pierde
la vorágine intrépida del alba.
Jugaba a ser soldado
sin guerra y con destino acomodado
en grandes vendavales.
Y a juicio de los pobres desterrados
locura perseguía
mi faz y mi quehacer extrovertido.
¿Por qué te habré querido?
Oh flor que de papel y verso fueras;
los ojos que no vieras
te miran sin pecado y con certeza.
Mas tiembla la pereza
en el azul marino de tu sueño
y duermes como un leño
que quema tras el fuego que le prenden.
¿Por qué te habré querido?
Oh ser que de nostalgia y por capricho
te enredas en mi cuerpo
pensando en otro cuerpo despedido.
La vela se deshace
y da su vida entera y su memoria,
no tiene más historia;
y el río vagabundo
se enclaustra en este mar tan aterido,
ya nada es albedrío.
Y tu... paloma al viento,
desposas a mi pecho en cien alientos,
y duermes, si, te duermes
en el ocaso malva de otro dueño.

Carmen Azparren Caballero

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