jueves, 22 de febrero de 2018

AQUEL BAR


Había un bar
donde solíamos ir,
discreto y acogedor,
con gente variada
de nuestra edad.
Teníamos sueños,
al traspasar la puerta,
todos ellos parecidos.
Éramos jóvenes...
Y eternos nos creíamos,
sin fecha de caducidad.
Pero un día...
como otro cualquiera,
sin identidad distinta.
¡Caducamos!
¿En qué lo notamos?
No lo sabría explicar.
¡Nuestra vida cambió!.
¿Cómo nos dimos cuenta?
¡No lo sé!.Tan solo sé que...
Nuestras ilusiones cambiaron
Ya apenas soñábamos.
Dejamos de vivir en el futuro.
¡Dejamos de vivir!.
Aprendimos a vivir
sin tener sueño alguno,
tan solo algunas ilusiones
difuminadas sin fuerza.,
bastante decadentes.
Nos sentimos viejos
Nuestra vida se redujo,
al aquí y ahora...
Y a saber que la eternidad
tendría para nosotros
y para siempre jamás,
veinticuatro horas.
¡Ni una más, ni una menos!.
Vivimos desde entonces,
el aquí y el ahora,
pero era tan triste...
¡Que volvimos a soñar,
con aquel bar...!
Había un bar,
donde solíamos ir,
discreto y acogedor
con gente variada
de nuestra edad.
Teníamos sueños.
Pero ya no tenemos,
ni sueño, ni bar...

MARÍA LUISA HERAS VÁZQUEZ -Barcelona-

No hay comentarios:

Publicar un comentario