Tus labios rubicundos - ansiosos que llamean,
brotan bálsamos de miel - ferviente de ímpetu,
son tan exquisitos, que rociarla con toques de
dulzura, se imantan agradablemente de fulgor.
El almíbar, que reluce tu boca es tan hipnótico,
sosiega y cura de pasión-calmante de efusión,
inspiración- amorosa de centella y fascinación
son labios exaltantes-encendidos de atracción.
La dulzura atrayente-aflora encanto extasiado,
eleva la ilusión esparciendo corolas- afectivas,
el farol del amor esplende inundando fervor.
Labios fervientes, humectantes- fascinadores,
que ascienden emociones-acrecientan ansias
esperanzadas de recibir un ósculo-cautivador.
Julio César Portella Medina -Perú-
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