LA DONCELLA

Soy una doncella
De un lord escocés
Que de tanto en tanto
Le sirvo champaña francés.

Era rico y afortunado
De tenerme a su lado
Pues no podía con su mansión
Para él, era mucha habitación.

Tenía treinta habitaciones
Y dos grandes salones
Donde realizaba convenciones
Galardonándole con condecoraciones.

Para él, la salud, lo primordial
Al que no la tenía,
Le concedía trato especial
Pues no toleraba la discriminación
Y la falta de atención
Pues tenían el mismo trato
Sin necesidad de contrato.

Supe, por casualidad, que era conde
Y a todo el mundo responde
Que tenía un lado oscuro
Pero que sacaba del pueblo en apuros
Con los que recibía de los poderes fácticos
Para él, nada prácticos.

Una vez, me dijo su suegra
Que pertenecía a la mano negra
Soldados del pueblo unión
Para acabar con la corrupción
Dando muerte a un rival
Fuese foráneo o estatal.

Todo me cuadraba entonces
Al volver desde Londres
Oí que se había suicidado
El jefe del Estado
Y el pueblo le rendía culto
Desde un lugar bien oculto
Aunque solo prefería las gracias
Y seguir en democracia.

Ahora tiene que ir a otra nación
Para acabar con esa corrupción
Liberando al pueblo de ese mal
Que para todos, es perjudicial.

JAUME ALEGRE LASTERRA -Barcelona-