martes, 22 de enero de 2013

UN FILANDÓN DE LUJO


La tradición de los filandones se remonta a la noche de los tiempos, cuando distintas personas se reunían -habitualmente al calor del fuego después de la cena- a contar cuentos en voz alta, mientras iban trabajando en alguna labor manual -generalmente textil-. Todavía vigente en la provincia de León, Asturias y en la zona oriental de Galicia, en el año 2009 fueron declarados Tesoro del Patrimonio Cultural Inmaterial de España, estando pendientes de su inclusión en el patrimonio de la UNESCO.
En la actualidad asistimos a un resurgir de estos filandones, gracias al buen hacer de autores como Juan Pedro Aparicio, Julio Llamazares, Antonio Pereira, Pedro Trapiello... Y por supuesto, Luis Mateo Díez y José María Merino. Estos dos últimos fueron precisamente los encargados de clausurar el curso de literatura al que hacía referencia en la anterior entrada con un estupendo filandón. Una sucesión de cuentos, historias, romances y leyendas que en su voz dejaron encandilados a todos los asistentes.
Fue -sin duda- un curso muy completo a propósito de su obra, con un final de lujo. Y de paso una oportunidad única para compartir impresiones con ambos académicos, tener algún libro dedicado y disfrutar del atractivo de una tradición extraordinaria que renace de esa noche de los tiempos.

MANUEL CORTÉS BLANCO

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