POEMA SENTADO

Tengo un poema sentado en mis
rodillas.
Creo que está esperando que lo
 escriba.
Le daré forma esta noche
antes de irme a dormir
y lo leeré en un café literario
y tal vez hasta llegue a ser parete de
un libro.
Pero ahora me enternece
verlo sentado en mis rodillas,
puro ensueño que ruega por
palabras,
pura luz, pura agua, puro enjambre
contenido que espera continente.
La urgencia cotidiana de la vida
me obliga a levantarme
y tengo que molestarlo.
Lo acaricio durante un breve lapso
me pongo el abrigo con forma de
marsupia
y en ella lo ubico con cuidado.
Allí se queda, murmurando
silencios,
mientras mira con asombro el
infinito.

Jorge Luis Estrella
Publicado en la revista deliteraturayalgomas