domingo, 13 de enero de 2013

PÍDELES CUENTAS AL REY


La chica estaba de pie, frente al hombre, la mirada enfurecida. Su pelo rojo harto enmarañado, aunque
eso no tuvo nada que ver con la discusión que mantuvieron, ya lo traía así cuando llegó. No necesitó
llamar a la puerta, estaba abierta, así que la empujó suavemente con un dedo y pasó sin avisar. El hombre no la esperaba, aunque tampoco pareció sorprenderse al verla entrar, a pesar de que la chica vestía un ajado y sucio camisón blanco y tenía muy mal aspecto. El resultado del encuentro fue un verdadero caos.
Los cristales de las ventanas hechos añicos, los muebles tirados por el suelo, las bombillas de las lámparas habían explotado y los cuadros y demás elementos decorativos volaron de un extremo a otro de la habitación. Todo en cuestión de segundos. Y sin embargo, el hombre seguía sentado en su mesa,
impertérrito, sin que nada de lo que había sobre el señorial mueble estilo inglés se hubiera visto afectado por la pelea. Era curioso contemplar ese oasis de orden entre semejante desconcierto.
― ¿Realmente era necesario? ―le gritó por fin la chica, pues durante toda la trifulca ninguno de los dos
había abierto la boca―. ¿Tenías que humillarme así?
―No sé a qué te refieres―contestó él, su voz carente de expresión.
―Yo creo que sí ―dijo ella, con lágrimas de rabia aflorando en sus mejillas.
Tanto el hombre, que seguía sentado en su silla, como la mesa, comenzaron a elevarse del suelo lentamente. El conjunto ascendió un par de palmos, quedando suspendido en el aire. El hombre garabateó algo en un folio, y volvieron a su posición inicial.
―Cariño ―le reprochó él―, te comportas de un modo un tanto infantil.
―No te conformaste con arruinarme la vida y dejarme en ridículo tantas veces como te vino en gana, sino que además vendiste mi historia, de modo que todo el mundo pudiera reírse de mí a su antojo,
enriqueciéndote a mi costa. Te odio, Stephen.
―Querida Carrie ―dijo el señor King―, haces que me avergüence de haberte creado.


Basado en la novela Carrie de Stephen King
Rubén Ibáñez González (España)
Publicado en la revista digital Minatura 123

No hay comentarios:

Publicar un comentario