QUÉ SABE LA LUNA

Qué sabe la luna, de horizontes lánguidos,
cual medida, está en la decadencia,
un portarretratos, de original belleza,
la esperanza, pétrea, carne, de ruiseñor,
cual espumas viajeras, en el vendaval,
¡qué tristeza! ¡Qué lamento! De mi boca,
¡qué fragancia! ¡Qué aguda voz, y tan lejana!
Qué sabe la luna, de un lamento, escondido,
en las ramas, de un corazón, estremecido,
la ruta de los jilgueros, muertos, en el viento,
en la carabela de los años, áspera, violeta.
Me sobreviene, una nostalgia, muerta,
entre claveles, rojos, en la misericordia.
La palidez del desengaño, sonrisas de lucero,
en cascados cielos, en la virtud, que se vuelve lágrima,
rasgo un pensamiento, casi luz, casi luna...
Qué sabe la luna, de margaritas, talismanes,
congojas, vaguedad del ser, entrañas de un sórdido viaje,
levántame la primicia de soñar, de indagar oscuro,
impenetrable mañana, luna que se pierde en al mar..
Qué sabe la luna, la luna imaginaria,
de mis torpezas, de mis iniquidades,
la fragilidad de la luna, un oasis de belleza,
se ha vuelto promesa, solo nubosidad,
un regazo, sin destino, indescifrable, imagen...

Gerar Diaz.