sábado, 30 de julio de 2016
CLAROS DE LA OSCURIDAD
I
A Rosana
Ahora que recuerdo aquel momento
cuando tus labios
se posaron sobre la flor de mi vida
igual que la luna en el cielo de la madrugada,
pienso que el amor tiene tantas aras
como las sombras
que se proyectan en las alboradas.
¡Qué sutil!, ¡placer sin tiempo!
fueron esas caricias
durante la tarde que nos iluminaba.
Creo que cuando los años pasen
aquel recuerdo será similar a una melodía
cuya armonía cubrirá mi cuerpo
como vos cubriste con tus labios la flor de mi vida.
II
No seas ejemplo de nadie
porque tú eres poesía.
III
Poseo noches largas
y no sé cómo usarlas.
IV
Sus maldiciones serán devueltas
por sus manos grises de desventuras.
V
Hay secretos que guardamos tanto
que los ocultamos hasta de nosotros mismos.
VI
Nunca tendrás la calma suficiente
porque los espíritus desencarnados
se aferran a tu espalda.
Y aunque enciendas inciensos y velas
las sombras cubrirán tu alma
como tormenta de cualquier estación.
No hallarás palabras de consuelo
ni miradas que mitiguen las penas,
tu condena es igual a un emblema
que se incrusta en tu triste emoción
de vivir sin consuelo, atado a un ancla
de un barco cuyo rumbo es el limbo.
VII
Soñaba tanto con ella
que las sábanas la recuerdan.
VIII
Profundo silencio destilan las cosas.
IX
Yo no estaré a salvo
y ahora realmente te encuentras
sumergida en la sopa animal del tiempo.
X
Yo podría decir que el miedo
es una mano de hierba
que conduce el alma al Hades.
XI
Estas manos tienen algo de mágico
pues sólo tocaron tu rostro.
XII
El que sostiene el misterio
y destruye el dogma
es un visionario.
XIII
El mundo nos abre las puertas
y las fisuras del tiempo,
mientras que la Naturaleza narra en sus hojas
de sus teclas los pasos que vamos dejando.
XIV
Flores de cobre nacen
al ritmo del relámpago.
Federico Rivero Scarani -Uruguay-
Publicado en Archivos del Sur
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