viernes, 29 de julio de 2016
TIEMPO: ¡NO SÉ QUÉ HACER!
La fugacidad del tiempo
rodando a las malas
se van aguas abajo llevándose
hasta aquellas lágrimas del viento
que por rauda fácil, más fáciles se van.
Mientras en la soledad
de este banco de madera indefensa
vuelvo regateando a detener los pasos
para volver a divagar cuanta falta
hace en este vacío periplo.
Cómo a consuelos ajenos
respirando sus simples meridianos
pasa orondo la mueca de las horas
sarcásticas, quién sabe qué mascullará
o tal vez sentirá el castigo de girar.
Nada puede contra este viaje
pasan las imágenes, las melodías;
yacen lacerantes mientras te llevo
en banderola cual espada afilada presta
a comprobar la constancia de la piedra.
Y no podía ser de otra manera
si tus miradas se ahogan en tu pecho
igual al pedernal ¡no sé qué hacer!
sólo atino estrujar la lluvia de abril
con la dureza monolítica de tu canto.
Orlando Ordóñez Santos.
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