sábado, 30 de julio de 2016

EN TIEMPOS OSCUROS


En tiempos oscuros, el ojo comienza a ver,
encuentro mi sombra en la profundidad de la penumbra;
escucho mi eco en un bosque de ecos—
Un señor de la naturaleza llorando a un árbol.
Vivo entre la garza y el gorrión,
bestias de la colina y serpientes del escondrijo.

¿Qué es la locura sino la nobleza del alma
contrariada con la circunstancia? ¡El día está en llamas!
Conozco la pureza del desesperar puro,
mi sombra clavada en una pared sudada.
Aquel lugar entre las rocas- ¿Es una cueva,
o un camino devanado? El borde es lo que me queda.

¡Una tormenta firme de correspondencias!
Una noche fluente de aves, una luna harapienta,
¡Regresa la medianoche en pleno día!
Un hombre se acerca para averiguar qué es—
La muerte del ser en una noche larga, sin lágrimas,
todas las formas naturales resplandecen luz antinatural.

Oscura, oscura mi luz y más oscuro mi deseo.
Mi alma, como una mosca fuera de quicio por el calor del verano,
sigue zumbando en el umbral. ¿Cuál yo es yo?
Asciendo sobre mi miedo como un hombre caído.
La mente se penetra, y Dios a la mente,
y uno es Uno, libre en el viento desgarrador.

Theodore Roethke (Traducción de Cristian M. Torres)
Publicado en Periódico de poesía 89

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