HOMENAJE A LA MUJER DEL CAMPO, LABRADORA DE SUEÑOS Y ESPERANZAS.
Mujer, mujer del campo,
Que temprano en la mañana se levanta,
Pone el caldo y el pringue sobre el fuego,
Entra al corral, manea las vacas,
Ordeña diligente y acompaña el llegar del alba.
Mujer, mujer del agro,
Que doblando su cuerpo el surco labra,
La peonada alimenta, el río la llama,
Busca en los nidos alimentos, huevos frescos,
Mientras el gallo con su canto, anuncia el alba.
Mujer, mujer del agua,
Los árboles se inclinan cuando pasas,
El río murmullos deja oír, mientras tú lavas,
Los rayos de un nuevo sol, a ella la abrazan,
Un canto de sus labios brota, es la mañana.
Cómo brilla, mujer, esa tu casa,
Corretean tus pequeños mientras bailas,
Al son del canto de las aves, mientras labras,
Rebuzna el burro, muge la vaca y tú saltas
Feliz hacia el camino en tu labranza.
Canta el tiple, y le acompaña el arpa,
El campo es una fiesta, pues tú mujer,
Eres ese motivo y esperanza,
Te abrazo desde estos versos, mujer,
Pues me siento orgulloso de ser, parte de tu alma.
Mujer, mujer del camino,
Que vas por los senderos sembrando frutos,
Mujer que de rodillas y al caer la tarde,
Le das gracias a Dios, y a tus hijos,
Abrigas, los arrullas, los abrazas.
Mujer, dame tu mano,
Subamos la colina esta mañana,
Miremos la campiña, cómo canta,
Y esta noche bajo el manto del cielo,
Miraremos la luna y las estrellas, mujer…
Mientras, me abrazas.
JOSÉ RUEDA ARDILA
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