Los romanos invadían un país y cuando se marchaban dejaban teatros, templos, palacios, carreteras, embalses y puentes que todavía hoy, después de dos mil años, siguen funcionando. En España tenemos el puente de Alcántara y el de Mérida, el Teatro y el embalse de Proserpina; la N340 que va desde Tarragona a Cádiz sigue el trazado de una calzada romana.
Los invasores árabes nos dejaron los números, sus conocimientos científicos y literarios, así como maravillosos palacios, baños y edificios, que son visitados por millones de turistas. El Ándalus nos legó los conocimientos más avanzados del mundo conocido en materia de astronomía, literatura, agricultura y medicina.
Estados Unidos en cambio va arrasándolo todo donde interviene para instaurar la Democracia: Vietnam, Corea, Hiroshima, Iraq, Afganistán, Siria, Isla de Granada, Chile… Al igual que el caballo de Atila, por donde pasan sus ejércitos no vuelve a crecer la hierba.
Miedo me da pensar en lo que quedará de Venezuela si a los yanquis les da por intervenir.
Juan Pan García -Puerto de Santa María-
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