Podrás esconderte, podrás huir de mí.
Puedes ir a donde tú quieras,
en lo más recóndito de este mundo.
Pero no habrá a donde escapar de mí.
Puedes ir al país mal lejano de este planeta.
El lugar más inhóspito que puedas imaginar.
La selva más profunda e inaccesible que pueda existir.
Y aun así no habrá a donde puedas escapar de mí.
Porque en cada uno de eso lugar a donde vayas.
Mis besos habrán de seguirte,
serán mis besos lo que tú recordaras.
Serán mis labios, que tú habrás de desear.
Y si fueras a lugar más frío de este planeta.
Aún hoy no habría escapatoria de mí.
Porque desearás, que sean mis manos,
mis caricias, las que calienten tu cuerpo.
Serán esas caricias la que han arder,
dentro de ti, el calor en tu corazón.
El calor que desearás con pasión,
que recorra todo tu cuerpo y lo desnude.
No habrá a donde escapar.
Podrás negarme, podrás ignorarme,
pero ninguna distancia, hará que me olvides.
Ningún lugar habrá donde no te acuerdes de mí.
No habrá a donde tú puedas escapar.
Ya que al dormir estaré en tus sueños.
Soñarás las noche que tuve a tu lado.
Las noches que te hice estremecer, al hacerte el Amor.
Edwin Ayala Sánchez
No hay comentarios:
Publicar un comentario