EL LLANTO DE LA LLUVIA

La noche se aproxima
el llanto de la lluvia
empieza a caer
sobre el pavimento
de la ciudad.

Las calles se humedecen
Y los riachuelos en los vértices
de las veredas, inundan
el caminar de la humanidad,
unos corriendo, otros caminando.

Las nubes, no quieren
dejar de llorar,
derraman sus lágrimas
en forma de gotas de lluvia
acompañadas de un frío helado.

La luna en el firmamento
mira a lo lejos, las lágrimas
que derrama la lluvia
porque tiene un gran pesar
que solo sus lágrimas le alivian.

Poco a poco dejar de llover
poco a poco se van secando
las lágrimas de la lluvia,
de esa lluvia, que sin querer
da vida a la tierra que tanto ama.

Lluvia no sabe que con sus lágrimas
aviva cada día a la tierra,
ella vive cada vez que lluvia cae
ella espera cada día que la refresque
y así fundirse en un solo palpitar.

Si lluvia entendiera, que la tierra
siempre la espera, no serían
lágrimas de dolor, sino
lágrimas de amor y de alegría
y terminaría su pesar.

Porque tierra y lluvia
son una sola en este espacio
la unión perfecta
para dar vida a la vida
de una unión eterna.

Rocío Villacís