jueves, 31 de enero de 2019

A PESAR DE PERDONAR A LOS QUE OFENDEN


Hijos de la piedra, del viento y de la tierra,
hombres de rostro enjuto curtidos por el tiempo duro, amaneceres de hambre y frío, atardeceres de incertidumbre y de cansancio.
Hijos del maíz, del trigo, del arroz, hijos del pan de cada día, herencia ancestral acariciada en el silencio, en el sabor compartido y en la noche estrellada colgada de esperanzas en el brillo de sus ojos.
Hijos de la historia arrebatada por el oprobioso y nefasto poder corrupto de una clase sin escrúpulos.
Hijos de la nada,
campesinos despojados de sus tierras, despojados de su fuerza, convertidos en obreros con mil amos o migrantes perseguidos, sin más deseos que la seguridad del pan de cada día,
a pesar de perdonar a los que ofenden,
a los imperdonables políticos voraces, adoradores insaciables del dinero,
culpables de esta historia.

Abelardo Tamayo Esquivel -México-

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