Con la liviana postura de tus hechos,
La superficial y común envergadura,
la distancia la calma tus despechos,
rechazas mi espíritu en tu amargura.
Al instante, al amor no tiene el poder,
de abrazarte con trivial camaradería,
Sentirte corazón y así te voy a querer
en suspiros como la triste melancolía.
Si alguna vez reclamo tus distancias,
es tontería nunca nos hemos unidos,
así quedo en mi deseo, en mis ansias,
te soñé a versos, así seré tus olvidos.
No te apures, soy hombre y caballero,
No te alejes de mí ya no te molestaré,
así me trago mi orgullo, los Te Quiero
sin tu dulce amor y tu corazón, viviré.
José Rafael Díaz -Puerto Rico-
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