miércoles, 28 de noviembre de 2018

DESCORRO MI MEMORIA


Los últimos sueños volaron lejos de mí.
Con ojos que el tiempo ha vaciado
y el rostro de un día que las pesadillas llenaron de agujeros...

En la noche que desmenuza los astros.
En la noche de hemorragias y
rostros de burdel...

Un caso difícil:

Cuestionarios que nadie resuelve con vapores en los párrafos.
Archivos ignominiosos.
Callejuelas trasnochadas.

Gritos. Policía.

Manchas de sangre seca.
Gente con pupilas inertes.
Unos ojos que se azogan.
Un cuerpo en una esquina
con sueños envasados al vacío.
Sollozos de almas errantes...

Yo, ebria de tanto dolor
sosteniendo la soledad del muro del oeste.
Vasos donde bebí la vida
y ahora no quiero beber la muerte, aunque mi mejilla
la tenga tan junta a la suya
y me esté apretando fuerte.

Alguien se acerca por el camino de las tinieblas
Y se bebe el llanto como
un pañuelo negro.

Como un muerto.

A mí me duele como una llaga.

¡Huele a infierno!

Todo, mientras las agujas del reloj caminan lentas, encorvadas
por las interminables horas
del delirio de esa noche.

¡Un ardiente relincho de muerte me empodera!

Un rayo que atraviesa
las nubes del olvido
rescata el hechizo de las palabras

DIGNIDAD y LIBRE

Y estas palabras levantan
Los Cielos .

Carmela Linares

No hay comentarios:

Publicar un comentario