Es para mi dura la noticia,
de tu partida repentina.
Se va de mi estancia,
el remplazo será la soledad.
Se fueron uno a uno,
hasta dejarme solo.
Es el crucero del amor,
el que lleva sus viajeros.
Las partidas dejan dudas,
que complican la existencia.
El corazón se fatiga
y se agita por la ausencia.
Como persona convencida
de dar lo mejor,
para tu vida:
los consejos sabios,
el cariño desbordado,
las acciones justas
para tu satisfacción plena.
El amor aumenta gradual,
día tras día en forma
exponencial y sin medida,
jamás finaliza mi forma
de amar, ni aún en la partida.
Siempre busqué la felicidad,
para tu vida:
con detalles de humildad,
dedicación total,
sinceridad, solidaridad
y con la sabiduría propia
para dejar huella en tu vida.
Como es de vivenciar,
los soles y las lunas.
Avisarán tu ausencia,
hasta en las cosas
elementales como las complejas.
Siempre seguiré tu huella,
aunque la sombra sea
muy baja de intensidad,
eres mi amor para
mi existencia.
El viento lleva mi aliento,
mi alma te dará fortaleza,
cada caricia suave del viento,
es una caricia mía.
Te llevas la mitad
de mi corazón,
en medida justa,
por tu partida repentina.
Siempre tomabas
mi mano amiga,
ahora mi alma
te dará su mano amiga.
Luego, jamás vas
a estar sin compañía,
además mi cuerpo y alma.
Estarán en tu espera.
Fernando Enrique Zárate Ángel -Colombia-
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