Tengo el poco tiempo que me queda
bajo unas tejas sin aliviadero,
la furia del cielo es más intensa
sin quien te proteja
también del infierno
en que tus sentimientos te entierran
para que nadie te quiera
como yo te quiero.
Vienes, a gozar de mi martirio
cuando mis sentidos
aún te sienten,
lloran, mienten y piden auxilio
mientras te desvisto
de tus quehaceres,
borro tu presente en mi vacío
y uno unos destinos
que no se quieren.
Dime una palabra
que no me engañe,
¿si no me amaste?... no digas nada
y deja las lágrimas para más tarde
cuando me marche de nuestra casa
sin una causa, sin esperarte...
porque soy cobarde
delante de tu espalda.
Me distanciaba para evitarte
y para amarte, no me arriesgaba,
no me callaba para no escucharme
y miento a mi padre porque le odiaba.
porque no enseñaba...
... por no enseñarme
por no amarme...
... porque no me amaba,
porque soy la causa de tal desastre
y ese ambiente, a ti te daña,
hasta mañana, si tú lo quieres
y si me quieres...
... hasta mañana.
Luis Maria Saiz Laso
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