A TI LONGI Y A TU FUERZA ANTE LO INESPERADO

¿A qué vienes sin haberte llamado?
No eres bienvenido, para mí,
eres un vil extraño.
Bien sé que me estabas rondando,
notaba tu sombra detrás de mi árbol.
Más, a pesar de tu otoño maquillado,
no creas que vas a vencerme;
ya te estaba esperando.
Hay mucha sangre en mis venas.
Compactas hojas en las ramas
construyendo espadas de fuerza,
para seguir luchando contra
tu tenebroso viento que va asolando.
Siempre doy la cara en las batallas.
Cuanto más cerca noto tu aliento…
más fuerte me hace la vida,
jamás me achico ante el fracaso.
Quedas advertido, no te quiero
ni en mi vida ni a mi lado.
Da media vuelta y huye desesperado.
Si crees que vas a vencerme…
Estás muy equivocado.

Juana Campos Cortés