Esa que se escribe en la ribera del alma,
la que nace en el misterio del horizonte dormido,
la que despierta en el río con la musa de la aurora,
la que escurre en mi ventana, y en el luminoso arrebol,
en mis tardes de melancolía.
Esa, esa es mi mejor poesía.
La que de hinojos fulgura en el misterio de un ocaso,
la que solaz y “embrujosa”,
se escurre en los escollos de la vida.
La que ciega del oído y sorda de los ojos,
se entrega en el mirto espumoso y vanidoso del poeta.
Esa, esa es mi mejor poesía,
y en crepúsculo dorado de las mieses,
se difumina en tu piel tan solo por amarte,
en la dulce romanza de tu alma y mis besos.
Hortencia Aguilar Herrera -México-
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