Deseos prohibidos, estigmas de amor,
calcinados de perdido olvido.
Miradas sin mancha, labios de miel,
suspendida en enjambres lejanos.
Pasiones sagradas de amantes sin lìmites,
explosión de sentidos en diáfanas luces.
Tu voz de murmullos que gimen…
cristales cantando al oído.
La cálida sangre recorre serpenteante
tu cuerpo y el mío en audaces ráfagas,
cubriendo en placer de alegría y de lágrimas.
Amor de utopías, de amargos recuerdos...
cayendo al vacío.
Álvaro Álvarez Rojas (aprendiz de poeta)
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