En un mismo cielo,
apareciste
en mi sueños
como un ángel divino.
Y yo desempolvaba
mi vestido
para deslumbrarte.
Pidiéndote que regresarás
a mi lecho, te abrí mi pecho
para que descansarás,
coronándote mi rey
con guinarlda de Oropel.
Tú mi realeza,
donde yo caigo presa
de tus encantos.
Me elevas y transportas
en el pentagrama
del amor y la pasión,
arde el fuego,
ocasionando explosión
te aferras a mí,
fundidos nos consumimos
en la llama roja.
Disfrutando esa magia,
que desata el éxtasis divino.
Y nos unimos en un mismo
cielo en entrega total.
Envueltos en gemidos
y suspiros que producen
acelerados latidos,
agitando los sentimientos,
haciendo eterno el momento.
F. Janeth Elizarraraz O.
No hay comentarios:
Publicar un comentario