Niños en las calles creciendo,
sin tener un propio nombre
soportando frío y hambre
deberían estar estudiando,
para la vida preparándose,
no allí con tanto peligros,
cada día arriesgándose,
de ser explotados o secuestrados,
de ser enviciados o violados,
cada día van batallando,
cada día luchando para vivir,
cuando solo deberían sonreír,
lo triste que al final de la noche
uno o varios no llegara,
ojala alguien los escuche
hay mucho que cambiar,
hay mucho que reflexionar,
si queremos un futuro mejor,
impulsamos sus metas e ilusiones,
con principios y valores,
con fe, esperanza y amor.
Victoria Baltazar -Perú-
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