PREJUICIOS

“Prefiero ser un hombre de paradojas que un hombre de prejuicios.” Rousseau
… y yo, prefiero ser ese tipo de mujer.

Adentro están los prejuicios,
son negros y muy densos,
¡Tienen demasiados ojos!
pero solo ven oscuridad.
Los “otros” tienen sellos,
son culpables
al ser diferentes
o débiles

del ser “superior”
que los destroza,
menospreciados…
tal inferiores,
bajo la lupa
de inmensos egos
¡Es muy fácil señalar!
Sobran dedos para culpar,
al inmigrante,
a la mujer que besaste,
al inservible, anciano,
al hombre que te amó,
aquel que tiene otro color,
el otro que viene de esa región
que no te gusta…
¡El tiempo no tiene sangre!
Vamos directo al mismo hueco,

seremos huesos dentro del barro,
comidos por similares gusanos,
agobiados…
por tan gigante nada que perdió su luz
¡Segundo muerto y despedazado!
Somos de piel…
Se deshelarán los polos,
la alienación seguirá mandando
los enajenados, obedeciendo
¡La misma ceguera!
una vez que hayamos muerto,
… y seguirán los prejuicios
que dominaron,
la absurda estela
del pensamiento,
reirán al vernos
mudos, solitarios,
descuartizados…
sentenciados
a ser eternos,
bajo la tierra.

Scarlet C