Me has arropado
con tu manto
divino.
Me has cubierto
de amor y seguridad.
Eres un ser
excepcional.
Un ejemplo
de lealtad
y responsabilidad.
Me has enseñado
amar cada despertar.
Agradezco todas las horas
que invertiste en mi persona,
tus caricias, mimos y besos.
Valoro tus terapias
motivacionales;
esas que me han llevado
a triunfar, recordando
tus palabras "para ti no habrá
nada imposible, todo lo podrás
lograr".
Esa voz resuena en mí
y ha abierto muchas puertas.
Padre no me equivoque
al escogerte, tengo una deuda
contigo mi fiel amigo.
Del libro Fragancia Sesen de
F. Janeth Elizarraraz O.
No hay comentarios:
Publicar un comentario