jueves, 21 de junio de 2018

MI PAISAJE COTIDIANO


Cuando mis días
estaban signados por la rutina y la vanalidad,
te encontré
esa tarde de marzo.

Allí
me detuve
en tu mirada,
oasis de ternura y desamparo.

Solo sé que resides
en un jardín encantado
de mariposas y luciérnagas,
donde me transporto,
para arribar al maná de tus besos.

Poblador de mis insomnios,
brisa vivificante de las madrugadas,
tu voz acaricia mi alma
y me conduce a las nubes.

Hoy mi espíritu renace
del martirio y del exterminio,
de la indiferencia
de antiguas tristezas.

Somos artífices de la palabra,
constituyendo esta unidad,
patrimonio indestructible
de valores y principios inalterables,
en procura del estandarte del amor.

 ZAIDA JUÁREZ -ARGENTINA-

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