¡Oh perfecta divinidad terrenal!, que irradia
preludios rosales de encantamiento- loable
¡Albricias!, eres sublimidad- encendimiento
insaciable de altísima dulzura tan exclusiva.
Eres heredera perfecta, rociada de incienso,
súper prometida y con atrevida- vestimenta,
realza tu esbeltez prodigiosa y gracia- floral,
enciendes el alma de pasión- deslumbrante.
¡Ternura pasional!,con exaltación ilusionada,
¡lindura imantada!, cimbreante de embeleso,
fecundo corazón-motivante de grandiosidad.
¿Qué encanto sublime?, amante- pasionaria,
rehiladas con ternuras de finuras de filigrana,
¡wow!, has edificado el universo de ilusiones.
Julio César Portella Medina -Perú-
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